JUANJO CORTÉS, un naufrago que encontro su isla

juanjo cortes

Juanjo Cortés siempre ha sido un trabajador incansable, que no ha parado de sorprendernos a lo largo de los años, y que no ha dejado que le encasillen ni un sólo momento.

Rock, Funk, Blues, Pop, Canción de autor… todos los estilos son válidos para dar rienda suelta a toda su creatividad musical…, y este músico, amigos, tiene de sobra.

Ahora, con temas que ya tenía olvidados, se rodea de varios de los mejores músicos de Extremadura y nos entrega un tesoro llamado Sólo para náufragos, donde la poesía recorre, gracias a su genial toque, escenarios de emociones y montañas de sentimientos, que nos recordará que, aunque todos somos náufragos en esta vida, siempre tendremos un refugio real donde sentirnos seguro y a salvo.

Después de escuchar su nuevo trabajo no tengo ninguna duda de que Juanjo Cortés es un náufrago que encontró su isla.

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Regresas a la actividad musical con un trabajo exquisito, Juanjo! Sólo para náufragos es un disco que quedará en la mente colectiva de los extremeños ¿Este trabajo te representa al 100%?
Sinceramente, no. Necesitaba sacar este disco con cierta premura para pasar a los siguientes proyectos que tengo pendientes. Esto puede parece algo confuso o paranoico pero es que tengo mucho material y me siento algo ansioso por compartirlo con todos. No obstante, lo que está reflejado en este disco es totalmente sincero, pero aún queda más música y sentimiento que comunicar.

De todas formas, lo mejor es que empecemos por el principio. Llevas dando “guerra” desde los 80 con distintos proyectos y estilos (Crisol, La Cena está servida, Poker de blues…) ¿Han cambiado tanto las cosas en el mundo de la música como parece?
En la música y en todos los órdenes. Queramos o no, el cambio perpetuo forma parte de nuestras vidas y está por encima de nosotros. Lo mejor es no entrar en guerra con las fuerzas del tiempo y la naturaleza. Yo procuro no permanecer estático e ir cambiando según lo que siento.

El vinilo que publicasteis con La Cena está servida marcó un antes y un después en la música extremeña, y sigue siendo uno de los trabajos más importantes de Extremadura. ¿En aquel momento erais conscientes de lo que estabais grabando o simplemente fue un trabajo más de unos jóvenes apasionados por la música?
No tiene más importancia que la que tú quieras darle. Todos los actos que realizamos tienen siempre una cierta trascendencia, pero depende de nuestra valoración el que aprovechemos todo lo que aportamos para que nos ayude a progresar como individuos.

En los 90 te embarcaste en Poker de blues, junto a grandes músicos de la región como Moi Martín o Charlie González, y nos dejastes a todos tarareando vuestras canciones durante mucho tiempo. ¿Cómo recuerdas aquella época? ¿Y los conciertos?
El directo siempre me ha atraído como un imán, creo que por esto sigo pegado a las tablas todavía. Poker de Blues fue una arriesgada apuesta que funcionó por un tiempo muy bien, con mucha intensidad y con mucho feeling que el público nos devolvió muy generosamente. Al final, lo que queda es ese gusto por la música pura y el deseo de seguir enganchado a los doce compases.

Tuvimos la suerte de comprar el Cd de Poker de blues y de veros en directo en el Festival Internacional WOMAD, cómo recuerdas aquel concierto? ¿Fue algo importante para vosotros, verdad?
Sí, fue un detalle de buen gusto por parte de Marce Solís, entonces director de Gran Teatro. Creo que él (gestor de parte de la mejor oferta cultural vivida en Cáceres) quiso compartir con todo el mundo la llama de un proyecto que funcionaba en directo como un tren a vapor.

Nos teníais a todos en el “bolsillo” y de repente inicias el proyecto Funkestein & the funny funky men y toda Extremadura se llenó de música Funk. ¿Fue un cambio difícil? ¿Era el momento adecuado?
Bueno, a la vista de lo que ha durado esta formación parece que sí era el momento. La idea original fue de Moi Martin, junto a Óscar Trigoso. Reinterpretar grandes canciones de todas las épocas gloriosas del soul, rock, pop e incluso el funk o la músico disco, supuso para mí tirarse a la piscina sin bañador. A pesar de los años de escenario, tuve que reinventarme para creerme lo que tenía que interpretar. Desde luego, la recompensa recibida no tiene precio. He ganado confianza y generosidad. Quizás por esto tengo cierta prisa en terminar mis proyectos pendientes para que el público interesado los escuche y valore si les interesa.

Kansas, Queen, Rolling, Beatles, Bowie, James Brown, Alan Parsons, The Who… era una pasada ver vuestros directos, y bailar y saltar con vosotros ¿Echas de menos esos bolos tan intensos fisicamente? …Aunque creo que todavía os reunís para dar alguno, no?
The Funkesteins es un grupo de directo y, desgraciadamente, ahora el directo está, digamos, desenchufado. Quizás ahora es el tiempo de la frugalidad, de los conciertos en solitario o en dúo, porque los cachés para realizar un espectáculo costoso no van a situarse donde estaban años atrás.

Comienza el 2000 y empezamos a ver temas firmados ya en solitario, con un estilo mucho más personal. Sabemos que llevas varios años trabajando en Solo para naufragos, con algunos de los mejores músicos extremeños. Y alguien nos ha contado que el proceso de selección fue algo “complicado”… que incluso eliminaste temas ya grabados. Háblanos de los temas y de los músicos que han formado parte de tu nuevo trabajo, Juanjo.
Cierto que este proceso de selección fue complicado, pero creo que siempre es así en cada álbum que se quiere completar con coherencia. Guardaba el germen de este disco en forma de proyección visual. Tenía una canción, ¿podrás amarme?, en la que un solitario náufrago perdido en una isla (esto fue mucho tiempo antes que la peli con Tom Hanks) se cuestionaba si su entorno le aceptaría cuando volviera, cuando ya no tuviera éxito y el cuerpo hubiera perdido ya su juventud. Me hacía gracia pensar en un futuro que yo no he deseado jamás: el éxito, precisamente. Ese era el concepto base, luego, la soledad, la tristeza y algunos sentimientos sombríos se convirtieron en las islas que nos rodean a todos más frecuentemente de lo que deseamos.

Tuvimos la suerte de estar en la presentación de Solo para náufragos, que hiciste en la conocida sala cacereña El Corral de las cigüeñas y nos quedamos asombrados al comprobar el gran calor, apoyo y cariño que te dan tus seguidores. ¿Te sientes afortunado como músico? ¿Si miraras atrás podrías decir que estás satisfecho con tu trayectoria?
Sin duda. Siempre me he sentido querido y apoyado, no solo por los amigos cercanos sino también por los viejos aficionados que me conocían desde los tiempos de La Cena. Con los músicos tampoco he tenido (casi) nunca ningún encontronazo, salvo, como es obvio que tengamos distintas direcciones, algo comprensible y hasta necesario.
Estoy contento si miro atrás (en el disco “paseo marítimo” hay una canción que se titula así “mirar atrás” y resumiendo dice “mirar atrás no mires más”), pero lo me interesa de verdad es lo que aún me queda por hacer, que es mucho más de lo que he podido conseguir.

Álvaro Rodríguez Barroso ha sido el productor en este nuevo trabajo. Aunque ya habías trabajado con él, al ser teclista de The Funkesteins, es la primera vez que se pone a los mandos de tu propio trabajo. ¿Qué tal fue la experiencia? ¿Sois de los que no dais vuestro brazo a torcer o la comunicación fue fluida?
Álvaro se ha dejado los ojos en la pantalla por mi trabajo. No puedo hablar más que maravillas de su entrega y de su visión musical. Por supuesto ha habido alguna arista que limar, pero esto es bueno. Aunque lo importante para mí era que la esencia de los temas permaneciese intacta. Desde aquí envío un abrazo muy fuerte a Álvaro, que anda en otras producciones ahora mismo, y le emplazo para el tercero, porque el segundo está ya en marcha y tiene un prisma radicalmente diferente a lo anterior, tanto en composición como en la forma de afrontar la grabación.

Cuentanos qué tal fue grabar en los estudios Deneb de Olivenza. ¿Por qué decidistes grabar allí?
Se decidió ir a Deneb tanto por la calidad de los medios técnicos como por la comodidad que encontramos para trabajar en ese espacio. Esto es vital para los músicos. Miguel A. Blanco entrega una manera de colaborar absolutamente envidiable, porque es una persona excelente y porque, además, es músico; él sabe perfectamente lo que no nos gusta tener cuando grabamos y lo que se necesita para estar totalmente concentrados en la grabación. Gracias, Miguel.

Solo para naufragos se publica en abril del 2013 y enseguida empieza a recopilar buenas críticas y reseñas en importantes medios físicos y digitales. ¿Con este disco has encontrado tu propia identidad y has roto con el pasado? ¿O Juanjo Cortés es la suma de todo su trabajo?
Yo creo que todos somos la suma de lo que vamos cosechando y aprendiendo. Diría que este disco es una de las caras de un prisma. Hasta que no se complete no se puede conocer totalmente mi faceta como músico autor de canciones.

¿Podrás  amarme? fue el primero de los videos que hemos podido ver para promocionar este gran trabajo. ¿Había alguna razón para grabarlo en Lisboa? Conociendo a Javier Pomet, el realizador del video, seguro que fue una experiencia super agradable, verdad?
Lisboa está resultando una droga muy adictiva para mí. La visitamos porque allí reside ahora toda la familia de este realizador cacereño y porque la vida cultural y personal que hemos encontrado nos alimenta continuamente. No voy a parar hasta realizar por allí algunos conciertos. Es una ciudad luminosa y llena de vida que te contagia.

Juanjo, la verdad es que es una gozada poder escuchar tema a tema el camino que vas marcando, jugando con las metáforas del mar, del naufrago perdido en su soledad y poder navegar junto a ti. ¿Te ves como un poeta que canta su dolor?
Simplemente he encontrado en la escritura, tanto de canciones como de poemas o relatos, un medio de expresión que me resulta vitalmente imprescindible, es mi carácter. No sería el mismo si no pudiera cantar ni escribir textos.

Muchos grupos olvidan la importancia de las letras, y tú le has dado en tu último trabajo el papel protagonista, haciendo que todos nos identifiquemos con los personajes que aparecen o con los sentimientos que contienen ¿Realmente es tan difícil como parece?
Tú sabes que el cantante necesita estar en forma para dar dos horas de intenso concierto arriba en el escenario. El corredor de fondo se prepara todo el año para competir contra el reloj. El jugador no deja de repartir cartas y el bebedor, vive aislado en isla tristeza cantando su dolor sobre la barra de los bares. El escritor solo tiene que continuar leyendo e intentar imitar a los grandes para morir en el intento. Pero ese intento merece la pena, merece la vida. Hay que escribir como se vive: de verdad.

¿Y los conciertos? ¿Cómo se presenta la gira de promoción?
Yo llevo el mundo de la música como algo muy personal. No hay reglas ni convenciones que no apetezca seguir, porque de todos esos sueños de vivir de la música ya me curé. Estoy centrado en vivir la música y bastante es que ella me acepte. Tengo un concierto programado a fecha de hoy donde no voy a hacer más que un par de temas de “náufragos”. Todo lo demás serán nuevas canciones y nuevas formas de presentarlas. Además será la mesa de operaciones para comprobar que los últimos temas compuestos merecen ser grabados. De esa raíz saldrá el próximo disco.

Quizás es demasiado pronto para hablarlo… pero sabemos que ya estás trabajando con nuevas ideas para el próximo disco ¿Grabar en solitario “engancha”?
Nunca estás totalmente solo. Siempre hay un batería amigo para meter cajas o bombos ácidos, y algún guitarrista loco que quiera poner fuzz y vibrato para reventar las bajas frecuencias. Lo importante es que esto de componer, grabar y tocar en directo te siga excitando. El día que no esté eléctrico y con las tripas locas antes de subir a las tablas será el momento de decir adiós.

Muchas gracias por conversar con nosotros y hacernos pasar este buen rato. Sabes que podríamos pasarnos horas hablando contigo, pero entonces tendríamos que hacer una segunda parte (risas). Te deseamos lo mejor y que Solo para naufragos tenga mucho éxito porque es un trabajo que lo merece. Un fuerte abrazo, Juanjo!
Muchas gracias a todos los lectores y a todo el equipo de LaCarne Magazine por mantener el fuego encendido para que la música hecha con el corazón siga mereciendo la pena ser compartida.

Visita: www.juanjocortes.com

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